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Publicado el 13 de febrero de 2018 Actualizado el 14 de septiembre de 2022

¿Hacia un lenguaje igualitario?

La versión lingüística de la guerra de género

"Lo masculino tiene prioridad sobre lo femenino"...

¿Cuántas veces hemos oído repetir esta frase a nuestros profesores de francés? Esta regla gramatical es bien conocida por todos los francófonos y debíamos respetarla y ponerla en práctica por respeto a las convenciones de la lengua francesa.

Sí, pero... en los últimos meses, más concretamente en la segunda mitad de 2017, las cosas han empezado a cambiar un poco. Las viejas ideas han sido derribadas, las reglas sexistas y machistas han sido arrojadas por la ventana, y la lengua francesa busca emanciparse de esta dominación masculina que, sin embargo, está firmemente arraigada en nuestro imaginario lingüístico.

Pero, ¿ha sido siempre así? ¿Podemos hablar ahora de un lenguaje igualitario? ¿Y qué pasa con otras lenguas? Embarquémonos en un recorrido por el género en el lenguaje.

Una regla no tan antigua

¿Ha existido siempre esta dominación masculina en la lengua francesa? ¡No! De hecho, no fue hasta el siglo XVII, casi 800 años después de su aparición, en el año 842 con los Juramentos de Estrasburgo (véase la reforma evolutiva de la lengua francesa para más información), cuando un puñado de reformadores decidió aplicar a la lengua la misma norma que imperaba en la sociedad de la época, es decir, : el masculino, en gramática, debe ser más fuerte que el femenino porque el hombre es más fuerte que la mujer, porque hay una superioridad natural del hombre sobre la mujer."

Sin embargo, a principios del siglo XVII, las mujeres ocupaban un lugar importante en la sociedad francesa: las niñas podían beneficiarse de los lugares de educación y las mujeres empezaban a hacer carrera en las letras. Pero, ¿por qué este cambio?

Es una cuestión de mentalidad. La lengua es ante todo un reflejo de la ideología de una época. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVII se produjo un cambio de mentalidad. Según Éliane Viennot, investigadora de la literatura francesa:

" En el caso de las palabras femeninas, hay un tratamiento particular que es que estas personas, a partir del siglo XVII, querían hacer desaparecer un cierto número de palabras femeninas.

En particular, todas las palabras que designan posiciones de poder en las carreras literarias, porque las personas que se dedican a ello son hombres y no quieren que las mujeres les pisen los talones. "

Eso lo dice todo: el miedo a la rivalidad. Esto lo confirma también en 1638 un contemporáneo del siglo de esta reforma, Jean Chapelain (poeta y crítico literario francés, 1595-1674) cuando dice

" No hay nada tan repugnante como erigirse en escritor (...) y el uso de la feminización, y la voluntad de detener, acabando con ella, esta nueva emergencia social de las mujeres".

¿Hacia un lenguaje igualitario?

¿Es viable el deseo de volver a un lenguaje más igualitario como propone la escritura inclusiva? En primer lugar, veamos los principios mismos de este sistema:

  1. Las ocupaciones o funciones deben asignarse según el género;
  2. El femenino y el masculino deben declinarse, por orden alfabético, para designar a un grupo de personas (ejemplo: directores y gerentes).

Además del uso de términos genéricos mixtos (como "derechos humanos" en lugar de "derechos humanos"), también podemos utilizar el "punto medio", que permite combinar el femenino y el masculino en la misma palabra (como "profesores" o "conductores").

Aunque la escritura inclusiva no es obligatoria, el Alto Consejo para la Igualdad la recomienda encarecidamente, pero es muy criticada por algunos defensores de la lengua francesa que consideran que la inclusión mediana dificulta la lectura de las frases, o incluso las convierte en disparatadas al hablarlas.

Otra opción más lógica sería la "concordancia de proximidad", que, como su nombre indica, permite concordar los adjetivos según el género y el número del sustantivo más cercano (países y ciudades extranjeras), o según la mayoría (el femenino tiene prioridad sobre el masculino si hay más mujeres en la asamblea). ¿Raro? ¿Reformista? ¡No! ¡En la época de Ronsard y Corneille, esto era lo normal!

¿Y en otros idiomas?

¿Pero qué pasa con nuestros vecinos? No, el francés no es el único que asigna un género a sus sustantivos; el español, el italiano y el alemán lo hacen de forma natural.

Lo curioso es que un mismo sustantivo puede ser de distinto género en diferentes idiomas: masculino en francés (le nez), femenino en español (la nariz), femenino en francés (la clé), masculino en alemán (der Schlüssel).

¡Ah, alemán, hablemos de ello! He aquí una peculiaridad del idioma de Goëthe... ¿Sabías que en alemán hay tres géneros? El masculino (der), el femenino (die) y el neutro (das)... sí, como en muchos otros idiomas. Pero lo raro es que cuando se quiere traducir la palabra "chica", se dice morir... Pues no, te equivocas. Diremos "das Mädchen". No lo busques, es así. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué decimos LA mesa o EL espejo? Todavía tengo un vívido recuerdo de uno de mis alumnos chinos que me preguntó: "¿Quién dijo que era el Sr. o la Sra. Mesa, el Sr. o la Sra. Espejo? Una muy buena pregunta, aún hoy sin respuesta...

En chino, los abuelos paternos son reconocidos por su título, y los maternos son "los otros".

Este es sólo un ejemplo de que el sexismo de la lengua no es sólo una prerrogativa de los franceses. El camino por delante es largo.

Finalmente...

Se podría decir que la lengua es un reflejo de la sociedad de una época.

Mientras que en Quebec la feminización de las profesiones se produce desde hace muchos años, en Francia sigue siendo un fenómeno muy reciente -y discreto-. La controversia en torno a la igualdad de género, incluso a nivel lingüístico, está en auge y la cuestión de la escritura inclusiva es un tema candente.

La lengua está en constante evolución e incluso en materia de igualdad avanza, como demostraron los suecos al introducir en 1966 el pronombre personal "gallina", un pronombre neutro que sirve para designar conceptos u objetos asexuados, pero sobre todo para emancipar el lenguaje de una visión demasiado binaria del género.

La cuestión del género, en lingüística, estaría pues ligada a nuestra relación con el mundo y dependería de una evolución histórica influida por factores gramaticales, ciertamente, pero sobre todo culturales...

Ilustraciones: Escritura inclusiva
Que los hombres y las mujeres sean bellos,
Estimado lector

Fuentes

Il n'existe pas de langue égalitaire , Romain Jeanticou, Télérama, 28/12/2017,

¿Es la lengua francesa igualitaria? BRUT.Original France TV Info, 18/12/2017

¿Puede la lengua hacer avanzar la igualdad? Béatrice Bouniol y Christine Legrand, La Croix, 22/11/2017

¿Por qué las palabras tienen un género? Marion Maurin, Revista Babbel

Ellenguaje desmasculino, Catherine Mallaval, Libération, 07/11/2017,

Escritura inclusiva, vídeo de YouTube, La Croix


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