Los educadores tienen una gran responsabilidad, que a menudo implica proteger a los niños y adolescentes de las drogas y el alcohol.
Sin embargo, ¿cómo pueden los profesores identificar si sus alumnos consumen drogas?
Con los recursos adecuados, este proceso no es tan difícil como parece. Algunos comportamientos son fáciles de detectar, mientras que otros son más difíciles de identificar.
Por último, ¿cómo se supone que los profesores deben intervenir y proporcionar ayuda? Aunque pueda parecer un obstáculo difícil de superar, existen enfoques prácticos.
La responsabilidad de los educadores
Por lo general, los problemas relacionados con el consumo de drogas por parte de los alumnos se incorporan a la seguridad de los mismos y a la prevención de accidentes. Es responsabilidad de todo el personal de una escuela mantener la seguridad de los estudiantes y velar por su bienestar.
La mayoría de las jurisdicciones tienen leyes para garantizar que las escuelas y los entornos de aprendizaje se mantengan libres de drogas. Los profesores también son responsables de informar sobre cualquier consumo de drogas o adicción en la escuela. Además, puede haber leyes de notificación obligatoria.
Estas leyes suelen aplicarse a los casos de negligencia o abuso infantil. Sin embargo, pueden aplicarse a una situación en la que los padres exponen a los niños a sustancias ilícitas.
Por último, es responsabilidad de los educadores incorporar programas de prevención del consumo de drogas y alcohol y animar a los alumnos a participar en ellos. Por ejemplo, mantener a los jóvenes a salvo de las drogas en línea, ya que las redes sociales e Internet forman parte de la vida cotidiana.
Síntomas universales del consumo de drogas
Los síntomas generales se aplican al consumo de prácticamente cualquier sustancia ilícita. Algunas drogas, como los alucinógenos, presentan signos evidentes de consumo en una persona que son exclusivos de esa droga.
En general, los síntomas comunes son los siguientes:
- Falta de higiene inusual: ropa sucia, fuerte olor corporal por no bañarse, mala higiene o salud bucal y desaliño general. Tenga en cuenta que esto no es característico del estudiante. Es decir, que normalmente se mantienen muy bien y hacen un cambio drástico.
- Cambios de peso repentinos y drásticos: esto puede incluir una pérdida o un aumento de peso debido a un subproducto de los cambios de apetito inducidos por la droga.
- Piel, ojos, nariz y boca: incluye moretones o marcas inexplicables en la piel o piel enrojecida. Ojos inyectados en sangre, cambios en el tamaño de las pupilas, hemorragias nasales, irritación nasal, tos excesiva, sequedad de boca o garganta e irritación de la boca o garganta.
- Síntomas de abstinencia: pueden quejarse de dolores de cabeza, secreción nasal, sudoración profusa, náuseas, vómitos, fatiga excesiva e insomnio, que son todos ellos parte de la abstinencia de la droga. Tenga en cuenta que la enfermedad puede estar asociada a algunos de estos síntomas. Sin embargo, si estos síntomas ocurren con frecuencia, como cada pocos días o una vez a la semana, debería hacer saltar algunas alarmas.
- Otros Comportamientos-El estudiante puede experimentar sacudidas, temblores, tics, o evidencia de hurgarse la piel de la cara o los brazos. Tenga en cuenta que es crucial centrarse en lo que está fuera de lo normal o no es característico de su comportamiento habitual.
Los signos de comportamiento son los más reveladores
Las personas que consumen drogas o alcohol probablemente tratarán de ocultarlo por vergüenza, culpa o negación. Los indicadores conductuales son los más reveladores y pueden incluir:
- Cambios en las relaciones interpersonales: con quién se relacionan, cambios repentinos en los grupos de amigos o aislamiento total.
- Sobreprotección de su espacio personal o de sus cosas: pueden volverse completamente irracionales o molestarse si alguien mira en su escritorio, casillero o mochila.
- Cambios drásticos de humor: son repentinos, inapropiados y totalmente inusuales para la situación.
- Problemas con el trabajo escolar: esto incluye un bajo rendimiento académico o tareas atrasadas o faltantes y problemas de asistencia. Tenga en cuenta que sería poco característico o peor si el estudiante hubiera tenido problemas anteriormente.
Pérdida de interés en las actividades extracurriculares-Esto es especialmente importante si participaban activamente en las actividades escolares y de repente empiezan a perder todo el interés y no expresan ninguna razón para hacerlo.
Problemas de memoria-Estos son problemas visibles relacionados con el trabajo escolar, donde típicamente no tendrían ningún problema antes.
Entender que la mayoría de los casos de uso de sustancias implican múltiples síntomas con cierto grado de frecuencia en lugar de una ocurrencia única es crucial. Hay explicaciones legítimas no relacionadas con las drogas para muchos de estos signos.
Los educadores o profesores se dan cuenta de todo, pero la ocurrencia frecuente de los síntomas mencionados anteriormente, como la diaria, semanal o mensual, debería levantar una bandera roja.
Qué medidas pueden tomar los profesores para ayudar
Sería difícil saber cómo abordar una situación si un profesor sospecha que un alumno consume drogas o alcohol fuera del aula.
Algunos tienen miedo de hacer falsas acusaciones, lo cual es comprensible dado el clima social actual. Además, las enfermedades subyacentes o la medicación prescrita pueden causar efectos similares. En general, hay que actuar con cuidado y rapidez, pero sin precipitarse. He aquí algunos consejos:
- En primer lugar, determine qué le hizo pensar que el alumno está consumiendo drogas o alcohol.
- Documente lo que observó, cuándo ocurrió, los alumnos implicados, etc.
- Busque cambios drásticos en su comportamiento, que se produzcan con frecuencia: ausencias o una disminución del rendimiento académico.
Una vez que se ha determinado que es probable que un alumno esté consumiendo drogas o alcohol, el profesor debe notificarlo a la administración escolar, a los padres o al tutor. Sin embargo, el objetivo debe ser proporcionar ayuda.
Si es evidente que un alumno está consumiendo drogas o alcohol en la escuela, hay que tomar medidas inmediatas. Todos los centros escolares tienen políticas internas para gestionar una situación de este tipo.
¿Qué ocurre si un alumno se dirige a un profesor para hablar de su consumo de drogas?
Si un estudiante que abusa de las drogas o el alcohol se acerca a un profesor, probablemente esté pidiendo ayuda, lo que significa que se ha dirigido a usted porque confía en él. Tenga en cuenta los siguientes consejos:
- Sea solidario y comprensivo.
- Anímelos a hablar con sus padres o tutores.
- No juzgue, ni culpe, ni se enfade.
- Consulte con la administración de la escuela.
- Esté preparado para ofrecer ayuda y escuchar lo que tienen que decir.
Un profesor puede ser una fuente de apoyo en la escuela y actuar como moderador con los alumnos y sus padres sobre su consumo de sustancias. Además, pueden coordinar con los padres el acceso a recursos de asesoramiento y rehabilitación de drogas.
La importancia de un entorno positivo
Los jóvenes pasan más horas de vigilia en el entorno escolar rodeados de profesores que en casa con sus padres.
El entorno escolar es un factor crucial que influye en el desarrollo de los jóvenes. Una relación positiva con la escuela crea un mayor sentido de comunidad, apego y rendimiento, lo que se asocia a una menor posibilidad de consumo de drogas.
Como profesor, usted puede ayudar a un estudiante a tener una relación positiva con su escuela haciendo lo siguiente
- Establezca reglas y límites claros que sean razonables y que se apliquen de forma coherente y mesurada.
- Mantenga siempre la mente abierta y anime a los alumnos a expresar sus opiniones.
- Elogie y recompense el buen comportamiento, los logros y las realizaciones de los alumnos.
- Proyecte un sentido de optimismo y una visión positiva del aprendizaje.
- Fomentar el uso constructivo del tiempo y la participación en otras actividades.
- Fomente siempre la lectura fuera del horario escolar.
- Sea un buen oyente.
- Apoye los eventos sin alcohol en los que haya niños.
Los niños tienen percepciones erróneas comunes sobre el alcohol y otras drogas, como que es normal consumirlas. Sin embargo, la gran mayoría de los jóvenes nunca han probado una droga ilegal. Los profesores son esenciales para predicar con el ejemplo y crear un entorno de aprendizaje positivo.
Consumo de drogas entre los jóvenes: datos y estadísticas
La siguiente información procede del Centro Nacional de Abuso de Drogas y Estadísticas (EE.UU.). Estas estadísticas ayudan a pintar un cuadro de la importancia de la prevención y la educación en materia de drogas y de mantenerse involucrado en la vida de cada niño:
- 2,08 millones o el 8,33% de los jóvenes de 12 a 17 años de todo el país declaran haber consumido drogas en el último mes.
- Entre ellos, el 83,88% declara haber consumido marihuana en el último mes.
- 591.000 adolescentes de 12 a 17 años consumieron una droga ilícita distinta de la marihuana en el último mes.
- El 8,7% de los alumnos de 8º grado ha consumido drogas ilícitas en el último mes.
- El 21,3% de los alumnos de 8º grado han probado drogas ilícitas al menos una vez.
- Cuando están en el 12º grado, el 46,6% de los adolescentes han probado drogas ilícitas.
- 11,89 millones de personas de 18 a 25 años consumieron drogas en el último mes.
- 4.777 estadounidenses de entre 15 y 24 años murieron por sobredosis de drogas ilícitas en un año.
- El 11,2% de las muertes por sobredosis tienen entre 15 y 24 años.
La prevención y la educación en materia de drogas son la clave
Un artículo de investigación que explora la competencia pedagógica de los profesores para frenar el abuso de drogas y sustancias, afirma lo siguiente
"para aumentar la eficacia de la prevención de las drogas en los centros educativos, especialmente para los profesores. Las escuelas deben crear una motivación positiva para que los instructores incluyan aspectos de prevención del consumo de drogas en sus aulas. En segundo lugar, las escuelas deben proporcionar un desarrollo profesional de alta calidad con énfasis en estrategias preventivas eficaces que los profesores puedan aplicar."
El consumo temprano de drogas aumenta las posibilidades de que una persona se convierta en adicta. El riesgo de consumo de drogas también aumenta significativamente en los momentos de transición. Para un adolescente o un niño pequeño, los momentos difíciles incluyen una mudanza, un divorcio familiar o un cambio de colegio.
Todas estas son circunstancias con las que se encuentran los educadores. Los programas de prevención y educación son la clave para frenar el consumo temprano de drogas y alcohol.
Fuentes
https://www.addicted.org/news/5-tips-for-keeping-youth-safe-from-online-drug-dealers
https://drugabusestatistics.org/teen-drug-use/
https://nida.nih.gov/publications/principles-adolescent-substance-use-disorder-treatment-research-based-guide/frequently-asked-questions
https://nida.nih.gov/drug-topics/education/conversation-starters/10-questions-teens-ask-about-drugs-and-health
https://nida.nih.gov/research-topics/parents-educators
https://www.cdc.gov/ncbddd/fasd/features/teen-substance-use.html
https://www.education.udel.edu/wp-content/uploads/2013/01/SubstanceAbuse.pdf
https://nida.nih.gov/publications/drugs-brains-behavior-science-addiction/preventing-drug-misuse-addiction-best-strategy
https://www.researchgate.net/publication/357206127_Teaching_Competency_of_Teachers_for_Curbing_Drug_and_Substance_Abuse_DSA_in_Malaysian_Secondary_Schools