Estudiar en el extranjero es sin duda uno de los pasos más importantes en la vida de un estudiante. Esta experiencia única es la oportunidad ideal para conocer diferentes regiones, hacer nuevos amigos, aprender un nuevo idioma y, por supuesto, obtener un título de categoría mundial.
En este ámbito, Francia es un país muy atractivo para los estudiantes internacionales desde hace varios años, ocupando el cuarto lugar en el mundo. En cuanto a la acogida de estudiantes internacionales, Francia se sitúa por detrás de países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
Sin embargo, ir a estudiar a un país extranjero también tiene sus obstáculos. Este artículo recopila 5 retos comunes a los que se enfrentan los estudiantes internacionales cuando viajan para estudiar en Francia.
Los principales retos al estudiar en Francia
1. Barreras lingüísticas y de comunicación
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta un estudiante internacional cuando estudia en Francia es la barrera del idioma. Una vez en territorio francés, seguramente encontrarán problemas para entender los diferentes acentos nacionales. Esto es un obstáculo importante porque al principio de un viaje de estudios es necesario realizar varios trámites para los que se requiere un buen conocimiento del idioma.
Por ejemplo, encontrar alojamiento puede ser difícil si hay barreras lingüísticas. Una forma de resolver este problema es organizar el alquiler de un piso o estudio por adelantado. Si el estudiante tiene dificultades con el francés, es aconsejable ponerse en contacto con el propietario del alojamiento en cuestión antes del viaje. Esto les permitirá tomarse su tiempo para comunicarse y evitar las prisas en el proceso. Para ello, pueden consultar páginas web de alquiler como Rentola y ponerse en contacto con el propietario para explicarle sus planes.
2. Diferencias culturales
Otro gran reto para los estudiantes extranjeros es adaptarse a las diferencias culturales entre su país de origen y Francia. La población local, el ambiente, la gastronomía y las costumbres en Francia son a menudo muy diferentes de los hábitos del país de origen de los estudiantes extranjeros.
Al principio, estas diferencias pueden escandalizar a los alumnos y provocarles ansiedad. Sin embargo, cualquier cambio requiere adaptabilidad y una mente fuerte para aclimatarse a un nuevo entorno. En contra de los estereotipos, los franceses son generosos y acogedores. Con un poco de paciencia, los estudiantes extranjeros pueden integrarse fácilmente en la cultura del país.
3. Adaptación a una nueva moneda
En Francia, los estudiantes extranjeros tendrán que adaptarse a un nuevo coste de la vida. Si el estudiante procede de un país de la zona euro, la comparación de los precios locales con los de su país de origen no será demasiado complicada. Sin embargo, un estudiante de fuera de la zona del euro tendrá que pasar por un periodo de adaptación para acostumbrarse a la nueva moneda y ordenar sus gastos en consecuencia.
Para facilitar esta transición, los estudiantes pueden estudiar el tipo de cambio del nuevo país en el que viven. También se pueden utilizar convertidores en línea. Además de la nueva moneda, los estudiantes internacionales deben conocer los impuestos que se aplican a los distintos productos.
4. Organización de las finanzas
Durante su estancia, los estudiantes tendrán que aprender a gestionar sus finanzas cotidianas. Algunos estudiantes internacionales pueden tener la suerte de recibir una beca, lo que les ayudará a reducir su carga financiera. Sin embargo, tendrán que aprender a presupuestar.
La vida cotidiana en Francia no es barata. Además de las tasas de matrícula, los estudiantes internacionales en Francia deberán tener en cuenta los costes de alojamiento, alimentación, transporte y otros aspectos de la vida cotidiana.
En Francia, los costes suelen ser más elevados en las grandes ciudades como París, Lyon, Niza y Toulouse. Sin embargo, estos costes también dependen del estilo de vida, el tipo de alojamiento y los hábitos de gasto. También tendrá que aprender a equilibrar sus finanzas con sus actividades sociales.
Sin embargo, en Francia, el gobierno te permite trabajar durante tus estudios, lo que puede ayudarte a mejorar tu economía.
5. Nostalgia
Cuando se va a estudiar a un país extranjero, es fácil sentir nostalgia. Esto es aún más cierto en un país como Francia, donde las costumbres y tradiciones son muy fuertes. Sin embargo, la nostalgia es un sentimiento común que surge naturalmente cuando uno se muda de casa.
Segúnun estudio de HSBC, la nostalgia afecta a más del 90% de los estudiantes internacionales en algún momento de su viaje de estudios.
Sin embargo, lo más importante es que esta sensación no le impida vivir una experiencia increíble en Francia. Si echa de menos a su familia y amigos, es posible comunicarse con ellos virtualmente a través de los distintos sistemas de mensajería en línea. Por último, la mejor manera de deshacerse de la nostalgia es ir a explorar la sociedad francesa, cuidar de tu nuevo alojamiento y descubrir tu nuevo campus universitario.
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