La mayoría de las grandes potencias del mundo tienen una agencia espacial. Europa, Rusia, Estados Unidos y China, entre otros, tienen representantes que van al espacio. El continente africano, en cambio, parece estar muy lejos del sueño cósmico. Esto no desanima a algunos. Este reportaje de Arte muestra a los potenciales galaxionistas, ingenieros en formación o confirmados, que intentan situar a África en esta conquista humana.
Por supuesto, aún están lejos de poder ir al espacio. Ya son muy pocos los congoleños que pueden permitirse estudiar ingeniería con un sueldo mensual de unos 44 dólares. Sin embargo, algunos han visto cómo sus padres sacrificaban parte de sus ingresos y estos estudiantes se esfuerzan por compaginar estudios y trabajo para mantenerse. Todo ello mientras trabajaba en el primer cohete congoleño, Troposfera VI, que sería capaz de poner en órbita un satélite. Las primeras pruebas en embarcaciones más pequeñas han animado a Jean-Patrice Keka y a su equipo.
El equipamiento, obviamente, dista mucho del de las grandes potencias, y se basa en componentes reciclados. Con sus esfuerzos, estos cerebros intentan barrer la idea de que el Congo no tiene cabida en la exploración espacial. Por el momento, sólo pueden contar con sus propios recursos y con una donación de un científico suizo muy interesado en esta iniciativa.
Esperan que algún día los poderes públicos de la República Democrática del Congo inviertan en este y otros proyectos.
La alimentación es una preocupación diaria. Una serie de 6 juegos propuestos por el museo Alimentarium nos recuerda la importancia de una dieta equilibrada, de conocer los órganos del aparato digestivo para comprender mejor la digestión de los alimentos y otros temas relacionados con la alimentación. Esta iniciativa es tanto más interesante cuanto que no hay muchos juegos serios relacionados con la alimentación.
Muchos juegos serios abordan el tema del desarrollo sostenible. Pero antes de que se propusieran estas soluciones, las personas innovadoras tuvieron que ir a contracorriente de la sociedad y luchar por mejorar su entorno. Un juego de aventuras con humor, presentado por el National Film Board, enseña a los niños las actitudes que deben adoptar para marcar la diferencia.
El mar está compuesto por agua salada que no es apta para la mayoría de las plantas. Sin embargo, una infraestructura flotante demuestra que es posible cultivar verduras en el mar utilizando mucha menos agua que la agricultura tradicional. Sólo hace falta un poco de ingenio para tener éxito.
Los océanos son un ecosistema profundamente rico. Sin embargo, es una de las que más sufre las consecuencias de la acción humana. ¿Y si los mares pasaran a ser propiedad común de toda la humanidad? Una definición que obligaría a todos a reconsiderar su uso de las aguas.
Nuestro mundo de los datos tiene un importante precio energético y medioambiental. Los servidores pronto superarán al transporte en la huella ecológica global. ¿Y si una parte importante de los datos producidos se almacenara en el ADN? Un medio sostenible y sin energía.