El proyecto MuFFin (Procedural and StochasticMicrostructures for Functional Manufacturing) dirigido por Jonàs Martínez, investigador del equipo del proyecto MFX en el Centro Inria Nancy - Grand Est, abre nuevas perspectivas en el desarrollo de productos impresos en 3D.
Los materiales tienen propiedades conocidas de resistencia, peso, elasticidad, etc., pero todas ellas pueden modularse mediante su estructura. Por ejemplo, la mayoría de los metales, como el hierro o el aluminio, nos parecen rígidos, pero podemos fabricar con ellos lana de acero o papel de aluminio, lo que divide sus propiedades en productos que pueden utilizarse de forma diferente. Lo mismo puede hacerse con plásticos, aleaciones e incluso compuestos leñosos. La estructura de su forma o ensamblaje modifica su comportamiento.
"(...) las estructuras con características mecánicas que no se encuentran en los materiales tradicionales (como el acero, la madera, el hormigón, etc.) pueden diseñarse por ordenador y producirse mediante fabricación aditiva. El campo de aplicación es, por tanto, muy amplio y abarca tanto la investigación como la industria.
Jonàs Martínez
El trabajo de Martínez ha dado lugar a un innovador concepto de material, un nuevo ladrillo de software, un proceso de impresión en 3D y la posibilidad de que los robotistas creen materiales llave en mano.
Basta con orientar las estructuras del material para obtener propiedades direccionales y orientables.
"La tremenda potencia de cálculo que ofrece la computación cuántica exige un replanteamiento de los algoritmos de computación de alto rendimiento (HPC)".
Se ha iniciado una carrera entre los desarrolladores de ordenadores cuánticos y los criptógrafos que buscan garantizar la confidencialidad de los datos, ya que los protocolos criptográficos actuales más avanzados se ven desafiados por las capacidades de los ordenadores cuánticos.
Los sesgos que pueden desarrollar los algoritmos son conocidos y numerosos. Aunque todo el mundo reconoce la necesidad de regular, el reto de redactar una normativa aplicable y eficaz está sobre la mesa. El proyecto piloto Regalia intenta idear formas.
Comprender, controlar, preparar, equipar y apoyar el despliegue de la tecnología digital en la agricultura y la cadena alimentaria. Hoy en día, los sectores agrícolas deben adaptarse a las cuestiones medioambientales (calentamiento global, colapso de la biodiversidad, reducción de los recursos, etc.), éticas (respeto del bienestar animal) y también garantizar el mantenimiento de un tejido rural vivo, basado en una agricultura "familiar" atractiva.
