En los últimos años hemos oído hablar de los efectos de la luz azul, este tipo de iluminación es generada por los LED y también por nuestros dispositivos inteligentes. Un puñado de científicos ha pedido protección contra esta luz y la comunidad de optometría incluso ha pensado en gafas especiales. Pero, ¿es la luz azul realmente mala para nosotros?
Un físico e investigador de la Sociedad Francesa de Protección Radiológica ha querido responder a esta pregunta en un podcast llamado "Monde numérique". Si bien es cierto que este resplandor puede tener efectos sobre el ritmo circadiano y el sueño, los riesgos fotoquímicos son prácticamente inexistentes. De hecho, la exposición tendría que ser mucho más prolongada y a través de aparatos que la difundan intensamente.
Sin embargo, nuestros teléfonos cumplen normas muy por debajo de los límites autorizados. Tanto más cuanto que el investigador ha probado estas protecciones contra la luz azul y sólo son marginalmente eficaces contra una fuente que ya de por sí no es peligrosa.
El físico recuerda que el sol plantea muchos más riesgos para la retina que los LED. En consecuencia, está muy bien salir a la calle, pero en los días muy soleados es mejor llevar protección UV.
Pensar juntos no es coleccionar ideas o extraer la mejor. Pensar juntos es el fruto de una confrontación, una chispa que brota como la de los pedernales que se frotan entre sí. Querer evitar la confrontación es privarse de los frutos de la fertilización cruzada.
Una tesis-saga sobre la historia del alumbrado público, sus funciones y el diálogo socio-técnico permanente que pone de manifiesto. Cómo esta historia sigue estructurando la implantación de la "ciudad inteligente", de la que todo el mundo habla sin tener del todo claro su definición, sus retos y sus medios.