Temáticas de la semana

El espíritu de la reflexión

El reflejo se refiere al comportamiento tanto de la luz como del pensamiento, como si sus flujos obedecieran a las mismas leyes, que el pensamiento ilumina la realidad como la luz ilumina los objetos. Las ideas luminosas de los investigadores, las explicaciones esclarecedoras de los profesores, las soluciones claras de los alumnos demuestran comprensión.

Una pregunta, una paradoja, una insatisfacción, una observación que no encaja, una necesidad que hay que satisfacer... una chispa desencadena una búsqueda de información. De la información entonces acumulada surge un embrión de modelo, se forma una idea, nebulosa, aún vaga... llega un momento en que se quiere comprender, sin ninguna zona gris. Entonces se entra en la reflexión. Como en el corazón del rubí de los láseres, reflexionamos con lo que tenemos, le añadimos energía, lo hacemos más coherente, ensamblamos los trozos dispares en un haz. En la reflexión, organizamos la información para extraer una forma de conclusión, un conocimiento, que puede ser parcial, con elementos que faltan identificados, o definitivo, cuando hemos dado la vuelta al tema.

La reflexión también tiene sus fenómenos de narcisismo, enamorarse de la propia imagen, de distorsión, ver algo distinto de lo que se refleja, incluso en la autoevaluación, y a menudo de evasión, mirar a otra parte, con todo tipo de buenas razones. También se puede enseñar a reflexionar, tanto sobre la intención y el modo, como sobre la validez de los datos.

El arte de la reflexión es múltiple. Algunos utilizan técnicas probadas, otros recurren a su intuición o a sus emociones. Algunos aplican una disciplina, otros se entregan a la ensoñación. Una reflexión no se perturba. A veces llega un destello de luz, la reflexión se acaba y puede desembocar en un frenesí creativo, una necesidad de comunicación o una serenidad inefable.

Cuando Planck se dio cuenta de que el concepto de cuanto, contra el que tanto había luchado, explicaba por fin los niveles de energía de emisión de la luz, pudo definir el valor de su constante y abrir todo un campo de la física. A continuación, describió un estado de serenidad que correspondía a la inversión intelectual que había realizado. La luz ilumina la escena, el horizonte se revela, la niebla se disipa, la visión es clara.

Disfrute de la lectura

Denys Lamontagne - [email protected]

Ilustración : DepositPhotos - davisales

Elementos del expediente

Reciba nuestras noticias por correo electrónico

Manténgase informado sobre el aprendizaje digital en todas sus formas cada día. Ideas y recursos interesantes. ¡Disfrútelo, es gratis!